Vivimos un período muy delicado, en el que las fake news se difunden por las redes sociales a una velocidad incontrolable. Las mentiras pueden prosperar fácilmente, en beneficio de quienes las crean e inspiran.

En este escenario, la ética adquiere una importancia aún mayor, como principio que debe orientar la conducta. Es una base sin la cual todo desarrollo económico, político y social será muy vulnerable y estará sujeto a graves retrocesos.

El valor del ejemplo

En lo que respecta a la ética de la competencia, ETCO ciertamente ha marcado la diferencia en Brasil, ya sea al preparar diagnósticos sólidos o al proponer medidas capaces de mejorar el entorno empresarial.

Los análisis publicados por ETCO han demostrado cómo la ausencia de parámetros éticos interfiere con el desarrollo económico y social. Las campañas del Instituto son muy importantes en este sentido. Y llaman la atención sobre la importancia del ejemplo, que debe “venir de arriba” para influir positivamente en todas las capas de la sociedad. El comportamiento de las personas es un reflejo directo de los parámetros actuales de la sociedad en la que viven. Desafortunadamente, las actitudes de nuestros líderes políticos no han sido éticamente inspiradoras.

La punta del iceberg

Entre las campañas más destacadas de ETCO, destacaría aquellas que llaman la atención sobre el daño resultante de la falsificación de productos. Los cigarrillos “piratas”, por ejemplo, dañan la salud de los usuarios y favorecen la evasión fiscal, recursos que podrían aplicarse en educación, salud e infraestructura, entre otras inversiones públicas.

La proliferación de vendedores ambulantes, que venden cigarrillos y una serie de otros productos falsificados, fomenta no solo la competencia francamente desleal, sino también muchos otros problemas. Se sabe, sin embargo, que estos temas son extremadamente complejos, ya que involucran una amplia red, que tiene solo la punta del iceberg en las actividades de los vendedores ambulantes.